No debemos olvidar que el juego es esencial en la vida del perro y sobre todo en la etapa de cachorro. Es la forma más sencilla y práctica de educar, comunicarte y de lograr que el perro entienda lo que esperamos de él.
Con ello fomentamos su socialización con otros perros y personas. A través del juego ellos aprenden:
¿Cuándo debemos jugar?
Tienes que tener en cuenta que la iniciativa del juego debe de ser tuya, tanto del inicio como del término del mismo.
Si él te exige jugar y accedes a sus demandas le estarás enseñando que puede conseguir lo que quiera mediante la insistencia.
Llevando tú la iniciativa le estarás enseñando a respetar tu espacio y tu descanso igual que tu respetas los suyos.
Con el juego además conseguimos estimular su inteligencia y te ayudará a afianzar tu posición jerárquica y así evitar comportamientos dominantes.
Algunos consejos que te pueden ayudar:
¡¡¡ Recuerda que tu eres y debes ser el lÍder en la escala jerárquica !!!.
Además de todo lo comentado debemos de tener en cuenta que con el juego conseguimos fortalecer el afecto con nuestro perro y precisamente éste es uno de los motores de conductas más importante para que nuestro perro quiera obedecernos.